El 1 de junio, la ciudad de Astana, en Kazajstán, comenzó a ser sede de la Exposición Internacional dedicada a las energías renovables más grande del mundo. CAME, gracias a su exitosa experiencia en la Exposición Universal de Milán de 2015, que atrajo a más de 21 millones de visitantes en solo seis meses, fue seleccionada para desarrollar una nueva e innovadora solución de acceso para visitantes, e integrarla perfectamente con los sistemas de control, seguridad, vigilancia y conectividad más modernos disponibles hoy en día en el mercado.

Los organizadores de la Expo Astana 2017 estaban buscando un sistema capaz de controlar grandes flujos de personas y vehículos de todo tipo e incorporar un alto grado de innovación y tecnología. El proyecto consistía en construir un sistema que fuera eficiente en sus operaciones y en su uso de la energía, y que estuviera en consonancia con el tema de la exposición y con su diseño futurista.